Discharge es el título del segundo álbum de los holandeses Rise of the Wood. Un disco de rock/metal en la vena Volbeat o el Load de Metallica, con alguna pincelada más cercana al rock alternativo. Tienen un sonido potente, tanto en la base rítmica, muy contundente, como en las guitarras, que tienen reminiscencias del stoner. A mí musicalmente no me terminan de convencer, pero he de reconocer que los temas están bien montados y tienen su puntito.
Desde Texas llegan Kill Everything con su segundo LP, Headless Cum Dumpster, dispuestos a no dejar títere con cabeza. Ocho temas en 26 minutos de un brutal death acelerado, con un sonido espeso e impenetrable del que salen victoriosos la caja y la indescifrable voz. Hay ocasionales partes algo más pesadas, tirando hacia el slam, pero yo no le he visto la gracia por ninguna parte.
No conocía de nada a los ingleses Trudger y después de zamparme Void Quest, su última obra, dudo mucho que siga su trayectoria. Practican una especie de stoner metal con influencias hardcore, de sonido espeso, con un cierto parecido a Mastodon, salvando las distancias. Tienen momentos interesantes pero a mí, en general, no me convencen en absoluto.
Con el poético título de Ethereal Emanations from Cthonic Caries se presenta el tercer disco de Abraded. Este trío americano parctica un death/grind de sonido old school, espeso y con aire maquetero, sobre todo en los blast-beats, en los que la mezcla se ensucia sobremanera. El disco va a piñón desde el primer minuto (se ventilan 9 canciones en 25 minutos), y aunque tienen algún riff pegadizo que hace que la escucha sea algo entretenida, a mí se me acaban haciendo largos.
Curiosa trayectoria la de los brasileños Vertebra, que publicaron una maqueta en 1995, grabaron otra que permaneció inédita y publican ahora su álbum debut, The Same. Es un death metal de la vieja escuela, con un aire incluso thrashero en algunos momentos. Incluso la producción, menos espesa de lo habitual, rinde cuentas a ese sonido clásico. Temas rápidos, sin hacer ascos a la melodía, una velocidad "controlada" y una voz más rasgada que gutural son los ingredientes de este álbum, un disco correcto que tira de nostalgia con acierto.
A pesar de contar con casi 20 años de carrera y cuatro álbumes a sus espaldas, no conocía de nada a los finlandeses Enragement. Extinguish All Existence es su última obra, y parece que se han tomado el título al pie de la letra. Su propuesta es un death metal brutal, salvaje, rapidísimo, de sonido contundente, alternando una voz chillona y otra gutural, con riffs potentes pero sin hacer ascos a la melodía. No es lo que te esperas de una banda finlandesa, pero es un discazo.
La campaña publicitaria que ha acompañado el lanzamiento de Heretics & Lullabies, el último disco de Frayle, ha sido de lo más salvaje que recuerdo en mucho tiempo. Vídeos, entrevistas y notas de prensa que hacían prever la segunda llegada, por lo menos. Lo que nos encontramos es un disco de metal gótico, con una voz susurrante, tempo monolítico y riffs espesos. Muy atmosférico y todo lo que quieras, pero me ha resultado soporífero.
A Bloodred Hourglass les conocí para el Koba Live 2024 y me dejaron mejor impresión en directo que en disco. We Should be Buried Like This es su nueva obra y vuelve a dejarme una sensación un tanto irregular. Mucha influencia electrónica en temas potentes y agresivos, sin que ello sea óbice para que sigan presentes esas guitarras afiladas y de sonido pesado y grueso. El disco está bastante bien, no obstante ese filo electrónico que a veces resta enteros a los temas. Con ganas de volver a verles, de verdad.
Amorphis se han sacado de la manga un señor disco con este Borderlands. En la línea de sus últimos discos, siguen ahondando en ese metal melódico repleto de elementos progresivos y psicodélicos, pero también guiños al death/doom de la época del Tales of the Thousand Lakes. Sobre una potente base rítmica se van desplegando las melodías, tanto de guitarra como de teclados, siempre presentes a lo largo de los temas, con el colofón de la voz de Tomi Joutsen, a veces limpia, a veces gutural, que sienta como un guante a los temas. Para mí un disco muy bueno, repleto de detalles y de buenos temas.

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