Saga Terramar - Ursula K. Le Guin

Pese al desconocimiento por mi parte (y es que uno nunca se cansa de aprender), resulta que Ursula K. LeGuin tiene un sitio reservado en el panteón de los más grandes autores (y autoras) de literatura fantástica. Perteneciente a la generación posterior a Tolkien y C.S. Lewis, fue a finales de la década de 1960 cuando empezó a ganar notoriedad, gracias a las primeras novelas de la saga de Terramar y a otro escrito de ciencia-ficción, La mano izquierda de la oscuridad (a ver si supero mi indiferencia respecto de la sci-fi y me pongo con ella).

Como era un nombre que yo asociaba a la ciencia-ficción (y con la saga Fundación ya tuve suficiente), no había buceado en su bibliografía. Pero al ver que mucha gente la cita como una de las autoras claves del género, decidí poner remedio a mi ignorancia y lanzarme a la lectura de los libros de Terramar.

Lo primero de todo es que a mí me han parecido novelas con un trasfondo filosófico bastante importante y en las que la reflexión prima sobre la acción. Las escenas de batalla son las menos, mientras que sus páginas continuamente están lanzando frases que dan que pensar. Es algo que, sobre todo, puede apreciarse en el tratamiento de la magia y de las palabras y nombres propios: solo se puede dominar aquello cuyo nombre se conoce y conocer el nombre verdadero de una persona otorga un gran poder sobre ella, de tal manera que desposeer a alguien de su nombre equivale casi a matarle.

En el primer volumen, Un mago de Terramar, tenemos las aventuras de joven de Gavilán, protagonista de la serie. En ella se narra su vida desde su nacimiento, su consciencia sobre el poder mágico que atesora y cómo su primer mentor, tras sumergirle en agua, le da su nombre de adulto (permitidme mantener el secreto) sobre su nombre de niño, Duny (Sapkowski, ladrón, te hemos pillado). Narra el viaje desde que Gavilán es un estudiante de hechicería, incluyendo la persecución de una sombra, desconocida, que le amenaza. Se retrata la evolución de un aprendiz de mago hasta un hombre adulto, el cómo abrazar ese cambio y lo que verdaderamente forja la personalidad de alguien.

El segundo, Las tumbas de Atuán, no está tan centrado en la figura de Gavilán, sino en la de Tenar, desde niña entrenada y preparada para ser la sacerdotisa de los Sin Nombre. La aparición de Gavilán, a quien captura cuando intenta robar la mitad del anillo perdido de Erreth-Akbe, sin embargo, le hace replantearse sus creencias, las enseñanzas que ha recibido e, incluso, su papel como sacerdotisa. Aquí seguimos con el leit-motiv del cambio, del crecimiento como persona y de la consideración del papel que desempeñamos en la sociedad, así como los sacrificios que ello supone.

Cierra la primera trilogía La costa más lejana, un tomo en el que la historia parte de la muerte de la magia en el mundo de Terramar, en el que se están olvidando los cantos y las historias antiguas. Gavilán toma a Arren, príncipe de Enlad, como protegido y ayudante en la búsqueda del origen de este problema. Juntos recorren todo Terramar, en una historia que versa, de nuevo, sobre la identidad de cada uno, el sacrificio y la redención.

Con casi 25 años entre ellos llegó Tehanu, tomo en el que Le Guin recupera el personaje de Tenar. En él se reflexiona mucho sobre la mujer, sobre su papel en la sociedad, siempre vinculada al cuidado y cómo Tenar, viuda y con hijos ya adultos, se convierte en "invisible" a ojos del resto de habitantes de Gont, destino que espera a todas las mujeres según la bruja Musgo. Tenar parece quedar atada a ese papel como cuidadora de Therru, una niña agredida por su propia familia, y de Gavilán, que vuelve exhausto tras el sacrificio hecho por su parte para derrotar al mal en el anterior tomo, pero finalmente se revela contra ese destino.

El cierre de la saga llegó con En el otro viento, un libro en el que Gavilán desaparece como protagonista, asumido el sacrificio que hizo entregando su poder, que sin embargo no parece haber sido suficiente, a la vista de los sueños que Aliso, otro mago, le confiesa. Paralelamente los dragones, hasta entonces pacíficamente asentados en el oeste, empiezan a amenazar con adueñarse de todo Terramar. Con estos mimbres, en principio alejados e independientes, Le Guin construye un relato sobre la muerte, la renuncia y la separación a través de las historias de Aliso, los dragones y Tenar y Tehanu. Incluso la historia de Lebannen y la princesa karga, que podría entenderse como de amor, está contada de forma tensa hasta el desenlace. En el otro viento es un relato profundo, teñido de una pátina de amargura y melancolía, de tal manera que a mí me ha costado acabarlo por lo que despertaba en mi interior.

La saga de Terramar es un pilar básico de la literatura fantástica, pero a su vez dentro de dicho género constituye una isla aparte. No veremos apasionantes combates de espada y hechicería, pero sí que veremos muchas reflexiones sobre la vida, la persona y las vicisitudes a las que uno se ha de enfrentar a lo largo de su vida. Necesaria lectura.

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