Con Rivers of Nihil tengo mis más y mis menos. No termino de pillarles el punto, pero he de reconocer que algunos de sus temas tienen momentos y pasajes sencillamente espectaculares. Su último disco, oportunamente titulado Rivers of Nihil, incide en esta situación: metal técnico y progresivo, de aire moderno, con cada vez menos prevalencia del death metal en su sonido. Siguen incluyendo partes de saxofón o algún atisbo de banjo, siguen introduciendo en los temas esas partes atmosféricas que tan bien manejan, es decir, sus señas de identidad siguen ahí. A mí el disco me resulta como una montaña rusa, parte me pasa totalmente desapercibido, parte me resulta increíblemente atrayente. Merece la pena escucharlo sólo por saber de qué lado caerá la balanza. Para mí no será el disco del año, pero en conjunto me resulta entretenido.
Sinsaenum saltaron a la fama en su día por ser el proyecto paralelo de Joey Jordison, entonces batería de Slipkot, pero en realidad la mente pensante detrás del proyecto es Frédéric Leclercq, bajista de Kreator o Dragonforce, entre otros. In Devastation es su nuevo disco, un disco de black/death metal con reminiscencias de Behemoth, Belphegor o Ex Deo, pero con reminiscencias del groove metal estilo Machine Head en algún riff y algún ramalazo electrónico por ahí. Está entretenido, no es la panacea pero tiene buenas ideas.
Bueno, bueno, menudo discazo se han sacado de la manga Burning Witches. Inquisition es todo lo que se le puede pedir a un disco de heavy/power metal. Riffs pegadizos, melodías absorbentes, solos pirotécnicos y una cantante con un vozarrón capaz de moverse por todo tipo de rangos. Suenan potentes, agresivas, con unas guitarras afiladas, temas a doble bombo, otros más pesados e incluso la infaltable baladita. Hagan lo que hagan, Burning Witches han sacado un disco que les sitúa como una de las bandas más potentes del panorama metalero europeo.
Helloween finalmente enterraron el hacha de guerra y este Giants & Monsters es el segundo álbum de la formación extendida, incluyendo a Hansen y Kiske. Les ha quedado un disco bastante chulo, aunque con altibajos: hay guiños al power metal de finales de los 80, con reminiscencias del Keeper, hay mucho tema de heavy metal cañero y algún ramalazo más hard rockero, supongo que contribución de Andi Deris. El sonido es totalmente "moderno", contundente y potente, pero tampoco lastra las partes más clásicas. Eso sí, es un disco un tanto irregular, hay temas muy currados y con mucho gancho y otros que pasan más desapercibidos. No está mal, pero es un disco que no tiene ningún himno que vaya a ser duradero en el tiempo.
Nuevo disco de Baest, a quienes descubrí abriendo para Entombed, una banda que tiene seguramente algunas de las mejores canciones de death metal de los últimos años. Sin embargo, Colossus no resulta tan redondo, dejándome en una especie de tierra de nadie. Siguen sonando potentes y poderosos, con una base rítmica y unos riffs y melodías de death metal de la vieja escuela en su mejor tradición, pero meten también mucho riff y melodía hard rockeros, muy hard rockeros, que a veces funcionan pero otras no terminan de ligar bien, de manera que en algún tema no sabes muy bien qué quieren ser. Así que el disco no está ni mucho menos mal, pero podría ser más redondo.
Hacía mucho que no caía en mis manos un disco en directo con orquesta, pero gracias a Moonspell se corta la racha. Opus Diabolicum - The Orchestral Live Show es el título de este álbum, que recoge con bastante buen sonido el concierto que dieran en Lisboa en octubre de 2024, acompañados por la Orquestra Sinfonietta de Lisboa. El show empieza fuerte, con varios temas de esa joya que es 1755, álbum al que la orquestación le sienta como un guante, por no hablar del apoteósico final con Full Moon Madness. En medio una selección de temas de casi todas sus épocas, muy bien arregladas para la orquesta, que no invade sino que acompaña a los temas de forma sobresaliente. Un directo espectacular que te deja con ganas de Moonspell en directo.
Puro metalcore es lo que nos traen Currents en su EP All That Follows. Sobre una base de metalcore intenso añaden influencias progresivas y un toque djent. Rápidos y dinámicos, se caracterizan por el sonido pesado y los arreglos electrónicos que salpican los temas aquí y allá, además de los estribillos con voz limpia, melódicos y accesibles. A pesar de que no están mal, tampoco terminan de convencerme.
No conocía de nada a Front Row Warriors, banda alemana que publica su segundo álbum, Running Out of Time. Sus integrantes son gente veterana y eso se nota en su heavy metal melódico de clara inspiración ochentera. Han sacado un sonido limpio y nítido, en el que se aprecia el buen hacer de la banda y, sobre todo, de su vocalista Elkie G, que hace un gran trabajo. Los temas están llenos de melodías y estribillos pegadizos, y si bien no hacen nada especialmente nuevo, lo cierto es que el disco está bastante bien.

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