Cómic: Inspector Moroni (Guy Delisle)

Soy un aficionado a la obra de Guy Delisle, que se hiciera famoso gracias a Pyongyang, pero que con el resto de historias contando su devenir por el mundo (desde la melancólica Shenzen a la más alegre Crónicas Birmanas) fue afinando su ojo como retratista de la sociedad, siendo capaz de aunar crónica social y humor de una manera soberbia.

Con Inspector Moroni Delisle cambia completamente de tercio. En esta edición integral de Astiberri se funden las tres historias protagonizadas por el histérico Moroni, uno de los agentes de la ley más inútiles que nos hemos echado a la cara (y eso que tenemos antecedentes como Mortadelo y Filemón o los hermanos Hernández y Fernández).

Moroni convive con su perro, un perro policía retirado, con quien tiene una relación prácticamente de matrimonio (siendo el perro mucho más listo que el humano). Moroni está convencido de ser un lince para la investigación, pero tiene la extraña capacidad de no enterarse absolutamente de nada y, cuando se entera de algo, normalmente suele ser para entenderlo al revés.

Como secundarios en la trama tenemos a su madre, mujer manipuladora que lo ha convertido en un esclavo de los ansiolíticos, el citado can y sus compañeros de comisaría, a quienes consigue que maten o degraden. De todos estos eventos Moroni sale indemne y, como en el Principio de Peter, aupado profesionalmente hasta el límite de su incompetencia.

Las tres historias que componen el mundo de Moroni son independientes entre sí, aunque estén conectadas a través de los personajes. Como es una constante en la obra de Delisle, las historias oscilan entre lo humorístico y lo dramático, con un cierto punto de ternura (aunque en este caso, con Moroni cuesta un poco). El estilo dibujando de Delisle es fácilmente reconocible, y el color que se ha añadido (sin ser una explosión de colores, siempre en los mismos tonos) sin duda enriquece el dibujo, con más matices y detalles.

 Lo único malo es que se hace corto: apenas tres historias que saben a poco. Pero a veces menos es más. 

Comentarios