¿Qué he estado escuchando esta semana? Semana 42/2025

Uno de mis últimos descubrimientos han sido los ucranianos Labyrinthus Stellarum, de los que había escuchado su anterior Vortex of the Worlds. Vuelven ahora con Rift in Reality, donde profundizan en ese black metal melódico en el que los teclados tienen el protagonismo absoluto. Estos teclados siguen siendo bastante innovadores, con un aire más electrónico que atmosférico y que, por momentos, les acercan al metalcore. Han logrado un sonido mucho mejor que en su anterior trabajo, más equilibrado en la mezcla, y eso también les ayuda a que el resultado final sea más convincente. Pierden, por otro lado, un cierto halo de "misterio" en cuanto al sonido, pero en líneas generales salen ganando con el cambio.

Cambio radical de tercio con el segundo disco de los americanos A-Z, una especie de supergrupo formado por miembros y exmiembros de Fates Warning, Redemption o Steve Vai. A2Z² es su segundo trabajo y, al igual que el primero, es un magnífico álbum de hard rock melódico, con algún ramalazo progresivo. Tienen una base rítmica espectacular, un trabajo de guitarras soberbio, un acompañamiento de teclados muy bueno y la guinda del pastel, la gran voz de Ray Alder. El disco además suena increíblemente bien, con una base potente y que transmite fuerza sobre la que las guitarras van añadiendo capas ásperas o delicadas, en función del tema. El disco es muy entretenido y variado y a mí me ha gustado mucho.

Los también americanos Orthodox presentan A Door Left Open, su nuevo álbum completo. Se mueven a caballo entre el hardcore, el numetal o el groove metal, géneros que a priori no entran entre mis favoritos. Sin embargo, tienen algo que me hace no abandonar el disco a las primeras de cambio. Me ha gustado mucho el sonido que han sacado, con unas guitarras muy pesadas pero a la vez crujientes y afiladas, sin que eso reste nitidez. En cuanto a los temas, tienen momentos brillantes, pero en ocasiones (bastantes) tiran demasiado de breakdowns ultrapesados, lo que me evita que el disco termine por entrarme del todo. Irregular, siendo algo menos "de malotes" habría sido un disco tremendo.

Por razones laborales me perdí a Malevolence cuando vinieron teloneando a Trivum, pero me hablaron maravillas de ellos. Where Only the Truth is Spoken viene a confirmar todas esas bondades: es un disco enraizado en el metalcore pero con una fortísima dosis de death metal melódico, lo que convierte sus temas en auténticos pepinazos. Han sacado además un sonido limpio y potente que realza tanto las partes pesadas como las líneas melódicas de las guitarras; los temas tienen gancho y lo mismo hay un estribillo melódico y accesible que un breakdown brutal seguido de un riff puramente death metalero. Una grata sorpresa y una pena aún más grande perdérmelos aquel día.

Wurmian son una one-man-band francesa que publican su primer trabajo, este Immemorial Shrine que me ocupa ahora. Su música está a medio camino del death melódico y el doom metal, con un aire muy clásico: la producción huye del sonido pesado actual y busca un enfoque más cercano al doom metal de los años 90, con la nitidez y limpieza de la época actual. Desde los riffs a las melodías, todo desprende un aroma old school pero sin llegar a caer en la mera copia. Partes rápidas, pesadas y atmosféricas se dan la mano en los distintos temas que conforman el álbum, con la melodía siempre presente, lo que hace que la escucha sea bastante entretenida.

La joven banda indonesia Symphobia publica su primer LP, Hideously Traumatic, un álbum de brutal death salvaje y rapidísimo. Han sacado una producción limpia y nítida y los temas aúnan una dosis de velocidad, oscuridad y técnica que les equiparan a cualquier otra banda del género, pero se echa de menos alguna parte más lenta o pesada que permita al oyente respirar un poco. No hacen nada nuevo, ya que han tirado del manual del brutal death hasta para el sonido, pero es cierto que lo que hacen, lo hacen muy bien.

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