No es que yo sea muy fan del manga, pero cuando cayeron en mis manos los dos tomos que forman la edición integral de Museum. The serial killer is laughing in the rain no he podido sino devorarlos.
Y es que la historia de Museum es una historia absorbente, oscura e inquietante, muy bien plasmada en el papel, tanto a nivel de guión como de dibujo.
Sin intentar descubrir mucho de la historia, un policía japonés inicia la búsqueda de un asesino en serie mientras trata de lidiar con una serie de problemas personales. La historia se va desarrollando mientras ambas líneas argumentales se van entrelazando, hasta llegar a un desenlace oscuro y narrado de una manera lo suficientemente ambigua como para admitir varias interpretaciones.
Argumentalmente bebe mucho de películas como Seven, en la que el manga encuentra bastante inspiración: tenemos por un lado al asesino en serie, convencido de estar llevando a cabo su obra maestra; por otro lado, un policía completamente centrado en detenerle y que no escatimará en esfuerzos. Todo ello aderezado con la inevitable tensión familiar que tanto suele aparecer en los mangas japoneses.
La lectura es muy ágil ya que la historia no está muy cargada de texto y la manera en la que éste está incluido hace que esas escenas resulten también muy dinámicas. El continuo contrapunto entre la caza del asesino y los problemas familiares del detective protagonista está muy bien incorporado y la manera en la que se retratan gráficamente las expresiones de angustia, ira y agobio ayudan a alimentar la tensión.
Además de la historia principal, al final de cada volumen se incluyen dos pequeños relatos independientes, que no están relacionados con la trama principal pero que resultan quizá aún más desasosegantes que aquella.
En resumen, un interesante thriller en formato manga.
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