El segundo día del Leyendas del Rock 2025 nos lo tomamos con algo más de calma, así que nuestra experiencia empezó con D'Artagnan. La banda alemanda, liderada por Ben Metzner de Feuerschwanz lo dio todo en su estreno en suelo español. Se mueven en un estilo similar al de su otra banda, pero con un aire algo menos metalero. Estuvieron divertidos y entretenidos y salieron dejando al personal muy contento.
Las cuatro jovencitas japonesas que forman Hanabie tenían muchos seguidores entre el público (a mi su disco me gustó, pero no tanto como para saberme las letras) y estoy seguro que después del pedazo concierto que dieron, tendrán más. Buenos riffs, buen juego de voces (la guitarrista no cantaba nada mal, ojo) y una presencia escénica tremenda (a pesar de un inglés muy muy justito) hicieron que su concierto fuera una pasada. De lo mejorcito del festival.
Si la víspera tuvimos la versión gótica de Mikael Stanne, el jueves volvía por la senda más death metalera con The Halo Effect. Pudimos ver la mitad de su concierto, en la que dejaron muestra de su saber hacer, gracias a su dilatada experiencia (todos han pasado por In Flames, Dark Tranquillity u otros clásicos suecos). El rato que nos quedamos estuvo entretenido, pero tampoco me parecieron la reostia.
Distinto fue lo de April Art en el escenario pequeño, a quienes se veía disfrutar de lo lindo cada segundo de su actuación. Fueron suaves, agresivos, melódicos... su cantante Lisa manejó el concierto a su gusto, siendo todo sonrisas, y acabó cantando entre el público. Salieron ovacionados como pocos y volverán como una banda mucho más grande, desde luego.
Miracle of Sound fueron nuestro momento relax. Los vimos de lejos y no dejaron mala impresión, aunque hubo algún momento raro con la percusión que dio que pensar. Estuvieron entretenidos sin más.
Distinto, muy distinto fue lo de Heilung. Podemos pasarnos horas discutiendo sobre si tienen que estar en un festival de metal, si merecen ser cabezas de cartel o no, pero lo que no podemos discutir es que lo que vivimos en Villena fue mágico. Desde la puesta en escena hasta la propia interpretación de los temas, el paso de Heilung por el Leyendas fue algo memorable. Mientras los graciosos se iban, los que nos quedamos estuvimos en trance casi hora y media. Si me gustaban antes, ahora más.
Lo único malo del concierto de Heilung fue perderse el de Seven Spires (vaya mala baba que gasta el que programó estos conciertos). Mis enviados especiales me dicen que estuvo muy bien, con la salvedad de que todos los teclados iban disparados desde la mesa. A ver si vuelven por aquí y nos desquitamos.
Las tres canciones que ví de Kanonenfieber, así como su puesta en escena, recreando una trinchera de la Primera Guerra Mundial, me gustaron mucho. Sonaban potentes y atronadores, pero el convoy de vuelta a casa salía y por razones logísticas tuve que marcharme con mucha pena, tanta como me dio perderme a Charlotte Wessels...
3 de Kanonenfieber

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