Qué malas son las vacaciones, que se me habían quedado estas dos entradas pendientes de publicar...
El tercer día del festival nos encontraba ya bastante cansados y vapuleados, pero todavía teníamos ganas de más. No obstante, por motivos logísticos nos perdimos a Opensight y llegamos para el final de Ankhara, grupo que nunca me ha llegado a gustar y que en lo poco que ví me dejaron muy, muy frío.
Otra cosa fueron los suecos Dynazty, que con su mezcla de hard rock y heavy/power metal fiestero caldearon el ambiente. Su concierto estaba hasta los topes, ellos se entregaron al 100% y terminaron con todo el público comiendo en su mano. Confirmaron todo lo que su último disco prometía, así que muy muy bien.
Del concierto de Rhapsody of Fire (la versión del teclista Alex Staropoli) salimos algo menos contentos. Mucho tema nuevo, pero lo peor es que llevaban muchas cosas pregrabadas (por lo menos los coros, parte de los teclados y vaya usted a saber qué más), lo que al final te deja la sensación de estar viendo la mitad de un karaoke. Menos mal que cerraron con Dawn of Victory y Emerald Sword, temas con los que nos vinimos muy, muy arriba y la sensación final fue más satisfactoria.
A Gotthard les ví en el Leyendas 2022 y su set fue bastante parecido al de aquella vez, con la evidente inclusión de algún tema nuevo. Mucho menos grandilocuentes que los italianos, dieron un muy buen concierto, brillante y efectivo pero sin pirotecnias exageradas.
Lo siento, fans ochenteros, pero el concierto de Lita Ford fue la hora de la cena. De lejos sonó bien, pero poco más puedo decir.
Distinto fue lo de Sepultura. Su despedida de los escenarios españoles (se supone) se convirtió en un guiño a toda su historia: en el vídeo introductorio no se omiten referencias a ninguno de los ex-miembros, hermanos Cavalera incluidos, todo un homenaje a su memoria. Ahora bien, su concierto no tuvo nada de melancólico ni de nostálgico (bueno, un poco sí). Repasaron toda su carrera, desde Troops of Doom a sus últimos álbumes, no dejándose ningún clásico por el camino: cayeron Beneath the Remains, Inner Self, Orgasmatron, Refuse/Resist... Derrick Green está en un estado de forma encomiable, Andreas Kisser no falla una nota y el nuevo batería, Greyson Nekutman, es una auténtica apisonadora. En ocasiones (sobre todo, en los temas antiguos) se nota que falta una guitarra, pero Sepultura se despidieron por todo lo alto, dejando la sensación de estar en plena forma.
Dark Funeral llegaron y aplastaron. A mí, por lo menos, y eso que tenía intenciones de quedarme a ver el concierto entero, pero al de tres canciones sucumbí, y me tuve que retirar. La edad, que no perdona. Así que de Nanowar of Steel solo tengo referencias, muy buenas, pero referencias.
Y así se terminaba el Z! Live 2025 para mí. El año que viene, más.
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