Sigo inmerso en mi revival del black metal noventero y esta vez le ha tocado al Nexus Polaris de Covenant (ahora renombrados a The Kovenant tras una disputa legal). Por aquel entonces le daban al black sinfónico, con un sonido crudo y grandioso a la vez. Eran la respuesta noruega a Cradle of Filth, título que se disputaban con Dimmu Borgir, aunque luego les dio por la electrónica y el industrial. El disco, sin embargo, es una gozada, con un equilibrio muy logrado entre teclados y guitarras, melódico pero agresivo... Una gozada de álbum, un clásico por derecho propio que se disfruta de principio a fin.Más black metal, esta vez de rabiosa actualidad, de la mano de los belgas Artefacts, que presentan su primer álbum, The Titan Chronicles Pt. II: Lucius (me gustaría saber dónde se quedó la primera). Para que os hagáis una idea, a lo largo del disco no he dejado de acordarme continuamente de los Dimmu Borgir de la etapa del Puritanical..., tanto a nivel compositivo como por el tono de voz del vocalista e incluso la producción, aunque también hay un deje más moderno en ella. Una vez que consigues quitarte a los noruegos de la cabeza, el disco está bastante bien, con temas rápidos que aúnan melodía y agresividad. Un buen comienzo.
Cambiamos de tercio, pero seguimos en territorios extremos, de la mano de los mallorquines Unbounded Terror, que en esta segunda juventud que están viviendo publican Something is Rotten in Humanity (qué razón tienen). Siguen a lo suyo, que es el death metal clásico, oscuro y tenebroso, como se hacía en los Estados Unidos en los primeros 90. Construyen un muro de sonido sin renunciar a las melodías, pero con un sonido grueso y pesado. Como siempre, saben combinar velocidad y contundencia, con lo que al final acaban saliendo temas pegadizos.
Es ponerme el Ego Dissolution de los americanos Ancient Death y experimentar un viaje de vuelta a los lustrosos tiempos del death metal finlandés. El álbum, que supone el debut de la banda, es todo un revival de los primeros trabajos de Demigod, Adramelech o Purtenance, por decir algunos: sonido pesado pero con un marcado protagonismo de las melodías, que le da un cierto aire técnico o progresivo. Es un buen álbum, sin duda, repleto de detalles aquí y allá que le hacen interesante a cada escucha.
Seguimos anclados en la vieja escuela, esta vez de la mano de los resucitados Benediction, quienes se reactivaron durante la pandemia. Ravage of Empires es su 9º álbum dentro de una trayectoria que fue más intensa en los 90 y que en los 2000 se volvió más esporádica. Para bien o para mal, siguen con su death metal pesado y basado en el riff, con alguna melodía dispersa por los temas. Estos suenan contundentes, alternando partes rápidas y pesadas, y los temas están bastante bien, aunque a la larga se hace un poco repetitivo. No está mal, fieles a su sonido, pero previsible.
Y aquí termina la semana old school...
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