¿Qué he estado escuchando esta semana? Semana 24/2015

No soy muy fan del metalcore, creo que ya lo he dicho antes y estoy seguro de que lo repetiré en un futuro más o menos cercano. Dicho esto, el último disco de los británicos Bleed From Within, Zenith, me deja una sensación agridulce: tiene riffs muy muy chulos y partes intensas y enérgicas, pero en otras me parecen repetitivos e insulsos, además de que las partes melódicas con voz limpia no sé por qué no me encajan. No está mal pero no convence.

Los suecos Tribulation empezaron como una banda de death metal melódico y pronto evolucionaron hacia el metal gótico. Su evolución ha continuado de tal forma que en su última obra, Sub Rosa in Æternum, ya queda poco metal, siendo un disco principalmente de rock gótico. Y qué disco, señores, lleno de matices, de melodías, con una voz limpia pero profunda y oscura que da al álbum una ambientación teatral y siniestra. Queda algún ramalazo metalero, algún gutural y algún riff más distorsionado que funcionan bastante bien en el concepto general del álbum. pero tampoco se echarían en falta si no estuvieran. Discazo de principio a fin.

Mucho menos innovador es Beyond the Abyss, la última entrega de los también suecos Wombbath, banda que formó parte de la segunda oleada del death metal sueco. Sin embargo, su mezcla de death metal de la vieja escuela con algún ramalazo doom y, sobre todo, el preeminencia de las melodías, muy trabajadas, hacen que sea un disco que se disfruta de principio a fin. Además, la producción es capaz de aunar el sonido oscuro y cortante de esos primeros años con la finura y nitidez de las producciones actuales, de tal manera que todos los elementos, tanto los riffs como las melodías, se pueden apreciar y disfrutar perfectamente. Muy entretenido.

Últimamente me ha dado mucho por el black metal de la década de los 90, rebuscando entre discos que escuché en su momento y otros a los que no pude echar el guante en aquella época. Uno de esos es el mítico Nattens Madrigal, al que en la Kerrang de 1997 pusieron a caldo. Revisitado 30 años después (pura casualidad), es cierto que el sonido del disco es crudo, muy crudo, fruto de una producción lo-fi que, viendo su trayectoria, está buscado deliberadamente. No obstante, y aunque dentro de esa enmarañada producción, hay buenos riffs y melodías y hasta solos de guitarra desperdigados por el disco. Un álbum de black metal crudo que, sin embargo, empieza a mostrar la tendencia experimental que luego Ulver desarrollaron a lo bestia a partir del cambio de milenio.

Se acaba la semana con los belgas Fractured Insanity y su Age of Manipulation, un disco de death metal que oscila entre la vertiente brutal y la más técnica dentro del género. Me ha gustado mucho el sonido de guitarras que han sacado, nítido, afilado y cortante, con un cierto (ligero) aire thrashero. Los temas en sí están bastante bien, con un equilibrio entre brutalidad, contundencia y melodía que hace que no suenen repetitivos ni anodinos.
 

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