No estoy yo muy seguro de que Black Rabbit sea el mejor nombre para un grupo de thrash/death metal, pero estos holandeses así se han bautizado y con ello han de tirar. Chronolysis es su última publicación, un EP de 5 rabiosos temas que bordean la frontera del thrash y el death metal. Gozan de un sonido muy potente y, sin inventar la rueda, los temas suenan entretenidos y variados.
De vez en cuando sigo recuperando clásicos que en su día no llegué a escuchar (o que hace muchísimo que no me pongo) y esta semana les ha tocado a Ulver, una de las bandas con más personalidad del black metal noruego. Kveldssanger fue su segundo álbum, publicado en 1996, un disco de folk acústico y voces limpias que rompía con el black metal. Sin embargo, es una auténtica joya, un testimonio de cómo a Ulver nunca les ha importado hacer las cosas a su manera. Un verdadero gustazo.
Heathen son un clásico del speed metal ochentero, a pesar de que la crisis del mundo del metal que asoló los 90 les hizo caer en hibernación. Renacidos con el nuevo milenio, Bleed the World: Live es un fiel testimonio del sonido actual de la banda: heavy metal potente y rápido que no renuncia a la melodía y tampoco exento de cierta complejidad en sus riffs. El set-list está demasiado centrado en su último disco, lo que supone dejar fuera muchos de los clásicos de la banda pero, aún así, sitúa a Heathen como una buena banda de directo.
Los black metaleros suecos Voodus tienen una larga historia detrás, incluyendo cambiar de nombre cuando ya tenían un disco publicado. Poco prolíficos (siete años sin grabar un LP), Emanating Sparks es un disco de black metal sueco de la vieja escuela, rápido y melódico. Se nota la influencia de Dissection o Dark Funeral, lo que les quita un poco de personalidad pero les hace fácilmente reconocibles. El disco no está mal, los temas funcionan bien y son capaces de meter partes más bajas de revoluciones que permiten que el disco se escuche bien.
No Regrets es el debut de Inherited, joven banda holandesa formada en 2022 y que mezclan thrash y hardcore, con algún ramalazo más extremo, en su música. El sonido no es muy allá, de manera que la mezcla se enfanga en algunas partes, sobre todo cuando meten doble bombo a piñón. Musicalmente están a medio camino entre Biohazard y Machine Head, lo que a priori no es mala combinación, pero a mí, no sé por qué, no terminan de engancharme.

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