Para semana me he guardado una serie de discos muy esperados por mí en este 2025. Discos de bandas que son especiales para mí bien porque las he seguido muchos años, bien porque son de mis favoritas o porque entregas anteriores me han dejado anodadado.
¿Por dónde empiezo? El ansia me corroe...
Pues empezaré por el más esperado y deseado de todos ellos, el último disco de los insignes Dream Theater, titulado Parasomnia. Si por algo va a ser recordado este álbum es por significar el retorno de Mike Portnoy, el carismático batería original de la banda después de 15 años huido. Esta vuelta se nota, para bien, desde el primer momento. Y es que la forma de componer de Portnoy y Petrucci encaja como un guante, como la de dos personas que llevan 40 años escribiendo música juntas. Es un disco que, sin renunciar a tonos de guitarra o riffs más modernos, como los de la era final de Portnoy, tiene un aroma al Images and Words, Awake o Scene From a Memory, pero sin sonar a refrito. Es un discazo lo mires por donde lo mires. Con todos los respetos, Dream Theater sin Portnoy eran un puzzle incompleto, y una vez encontrada la pieza restante, todo encaja.
Otro disco esperadísimo de este año es el de la nueva formación de Obscura. Una vez más nadie ha aguantado a Steffan Kummerer y la formación ha saltado por los aires, con acusaciones de plagio incluidas. Superado todo esto, A Sonication es un disco más que solvente, quizá un punto más melódico que los anteriores, sin que por ello pierdan un punto de agresividad o velocidad. Sigue siendo death metal técnico con todos sus ingredientes, quizá haciendo algo más de hincapié en la parte progresiva, pero death metal al fin y al cabo. El único pero que puedo ponerle es la producción, con menos pegada que en otras ocasiones. No es un gran problema porque no llega a desmerecer el disco, pero algo más de chicha sí que le hubiera venido bien.
Con más de 30 años de carrera, Cradle of Filth fueron una de las bandas básicas durante mi adolescencia. Les perdí de vista en los años 2000, cuando modernizaron su sonido, y he reconectado con ellos gracias al Hammer of the Witches. Ahora, con The Screaming of the Valkyries demuestran estar en un gran estado de forma, con una vuelta a composiciones de aire más clásico, sin que desaparezca del todo ese aire nu-metalero que contagió a sus temas en esa primera década de 2000, y con una producción moderna. El disco me ha gustado, igual algo menos redondo que el mencionado Hammer of the Witches, pero aún así Cradle of Filth demuestran estar en muy buena forma. Y no consigo quitarme de la cabeza el estribillo de White Hellebore...
Miedo me daba lo nuevo de Machine Head, después de aquel horrible Catharsis y el olvidado (por mí) Of Kingdom and Crown. Su nuevo disco se llama Unatoned y sigue en la línea de estos dos últimos. El disco no empieza del todo mal, los dos primeros temas son prometedores, pero a partir de ahí vuelven sus peores vicios, uniendo riffs inspirados y estribillos pasteleros melódicos con otras partes insulsas y repetitivas sin mayor aprovechamiento. Y es que me he aburrido, mucho, durante su escucha. Me ha costado un mundo acabármelo.
Arch Enemy son uno de los grandes nombres del metal actual, reconocimiento ganado a pulso a lo largo de muchos buenos discos y una frenética actividad en directo. Blood Dinasty es su última entrega, un disco que para mí remonta frente a sus últimas entregas, que me habían parecido un tanto insulsas. Dejando aparte cuestiones técnicas (siempre suenan de lujo y son unos músicos espectaculares), la verdad es que están mucho más inspirados, han recuperado el filo y tanto a nivel de riffs como de melodías los temas son espectaculares, pegadizos y entretenidos. Esta vez sí cumplen de lleno con las expectativas y nos han entregado un señor disco que apenas flojea.
Así que, al final, las expectativas se han cumplido, tanto las buenas como aquellas en las que no esperábamos nada.
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