Echamos mucho de menos a Slayer, tanto que les oímos en todas partes. Por ejemplo, te pones el último disco de Sarkasm, Carnival of Atrocities, y lo primero que piensas es que Tom Araya ha vuelto. Luego, musicalmente, Sarkasm están un punto por encima de Slayer en agresividad, con un thrash metal que chapotea (cuando no se mete directamente) en terrenos puramente death metaleros. Sonido moderno, con una batería contundente y unas guitarras agresivas para un disco entretenido.
Con Rhapsody of Life, el último trabajo de Worlds Beyond, cambiamos radicalmente de tercio y pasamos del death/thrash a un metal sinfónico y progresivo en la senda de Ayreon, Rush o Dream Theater. Con una acertada combinación de pasajes instrumentales, rockeros y metaleros, es un disco rico en detalles, en el que las melodías son las protagonistas de los temas, tanto a cargo de las guitarras como de la voz de Valerie de Kempe, protagonista absoluta del álbum. Buen disco, sin lugar a dudas.
Misanthrope siempre han sido una debilidad personal, pero la verdad es que últimamente llevan una deriva bastante extraña. Desde 2017 no sacan material nuevo, y este Death Ascent sigue en la misma línea de publicar versiones, regrabaciones y demás. No está mal como curiosidad, las versiones están llevadas al terreno de la banda con suma elegancia y las regrabaciones ponen los temas antiguos al día (aunque no siempre salen ganado), pero al final lo que se echa de menos es nueva música.
Uno de los discos más esperados del año es el nuevo trabajo de Avantasia. Here be Dragons es otro paso más en la carrera de Tobias Sammet, insistiendo en esa mezcla grandilocuente y épica de power metal, heavy tradicional y hard rock. Abundan las partes melódicas y sinfónicas, pero también hay espacio para la velocidad, a base de dobles bombos, y la contundencia, a base de ritmos rockeros más pesados. El disco está bien, pero tengo la sensación de que se ha anclado un poco estilísticamente.
Parece que Sonia Anubis ha encontrado su sitio, por fin, en su propio proyecto, Cobra Spell (donde, por cierto, quema integrantes a toda velocidad). Anthems of the Venomous Hearts es su última entrega, un EP de 6 temas que estilísticamente recuerda a los Mötley Crüe más heavy metaleros, pero con un sonido y producción totalmente actuales. La fórmula no por usada deja de funcionar y tenemos delante seis temas entretenidos y con gancho, repletos de guitarreo.
Terminamos la semana con el segundo disco de Nephylim, banda holandesa que se autoedita este Circuition. Nos traen un disco de death metal melódico acompañado de profusas orquestaciones que le dan un aire majestuoso a sus temas. Suenan muy limpios y nítidos, quizá demasiado, cosa que hasta cierto punto hace que suenen un poquito artificiales. Pero, por otro lado, se ve que se saben el manual del death metal melódico, de manera que al final la impresión es positiva.
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