Videojuegos: Hogwarts Legacy (Nintendo Switch)

Vamos allá con el que ha sido uno de los lanzamientos más exitosos de los últimos años y que servidor ha jugado cuando ya ha pasado su momento álgido, para variar.

Hogwarts Legacy es el último añadido al universo Harry Potter, pero curiosamente el protagonista de la serie no aparece. El juego está ambientado mucho antes de los eventos que protagonizan los libros, lo que permite a los creadores total libertad en cuanto al argumento. Tienen el universo montado, pero total libertad en cuanto a personajes y situaciones. Eso sí, se permiten continuas licencias a la saga original, a través de personajes que evocan a otros de la serie y algunas situaciones, pero tampoco van mucho más allá.

La trama no tiene mucha miga, la verdad: un estudiante de magia resulta ser la clave para descubrir los secretos relacionados con la magia antigua. Una excusa un tanto endeble a partir de la que se generan las distintas misiones que, una vez cumplidas, van desentrañando la historia. La verdad es que comparado con otros juegos (Zelda, The Witcher, Baldur's Gate o Neverwinter Nights, por ejemplo), va bastante justito y me da la sensación de que han desaprovechado el potencial del universo de Harry Potter.


Gráficamente el juego está muy bien, y eso que jugando en la Switch no tiene el mismo nivel de detalle que la PS5 o la Xbox Serie X. Lleno de detalles, con unos decorados espectaculares y una definición en los personajes espectacular. Y luego está el apartado sonoro, con una banda sonora repleta de guiños a la de las películas y un doblaje espectacular.

En cuanto a la jugabilidad, ahí ya me parece que el juego cojea un poco. Hay demasiadas escenas cinemáticas y cada vez que cambias de zona del castillo o de región, el juego hace una pausa para cargar, lo que acaba quitando fluidez a la experiencia de juego. Además, desplazarse por el castillo es un auténtico caos (supongo que han querido reflejar lo intrincado de su estructura, como en las novelas), pero para un juego de mundo abierto es un lastre importante (al menos para mí, que soy de los que les gusta caminar en los videojuegos).

En cambio, el sistema de combate está bastante bien, con una rueda de hechizos que te permite tenerlos organizados e ir disponiendo de ellos a medida que surge la necesidad. Puede ser un poco caótico a veces, pero bueno, que no son duelos de esgrima...


En resumidas cuentas, la ambientación es espectacular, está muy trabajado a nivel de escenarios, el doblaje es espectacular y el diseño de algunas misiones está muy bien, pero el exceso de cinemáticas y las continuas cargas le restan fluidez a la experiencia. Por tanto, el juego me deja una sensación un tanto agridulce: no está mal, pero no es el juegazo que pensaba. O no me lo está pareciendo, por lo menos...

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