Nada mejor para despertarse que un lunes que el EP Inane Ducam, último trabajo de los canadienses Atavistia, a quienes llego a través de una recomendación porque si no, ninguna noticia de ellos. Death metal melódico y sinfónico, con algún ramalazo que le acerca al black metal, lo que en sí es una propuesta bastante interesante. No obstante, la producción es más propia de un grupo de metalcore, con la batería altísima en la mezcla y las guitarras formando un muro de sonido impenetrable. Con algo más de ligereza en la producción, hubiera sido un EP sobresaliente.
Menos novedoso es el black metal ortodoxo que nos ofrecen Blazemth en Gehenna. Sin renunciar a la melodía, presente a lo largo de todos, los temas, lo cierto es que es un disco tocado a velocidad hipersónica y donde apenas alguna instrumental deja tiempo para el respiro. La producción también reivindica el sonido de la vieja escuela, huyendo de la nitidez y dando un aire caótico al conjunto. Un disco de inspiración clásica.
Se ve que esta semana la cosa va de sonidos clásicos porque con Anāʻanā seguimos en la senda del black metal crudo y ortodoxo. Este dúo belga de curioso nombre ve publicado ahora su primer lanzamiento, el LP Aura of Blood, pese a llevar activos desde 2018. Su propuesta es puro black metal de corte clásico, rápido y furioso, con ocasionales melodías de guitarra y voces descarnadas. La producción suena fría y desasosegante, resaltando el aire old school de los temas. Es un disco breve (apenas 30 minutos) pero intenso. No está nada mal.
Cambio de tercio absoluto, al menos estilísticamente, porque sigo anclado en sonidos de la vieja escuela. En este caso son Crimson Storm los que presentan su primer álbum completo, Livin' on the Bad Side, un disco de speed metal ochentero que cumple todos los cánones del género: velocidad, voces agudas, estribillos coreados y una cierta simplicidad general en las composiciones (cosa que no es negativa de por sí). Sabes lo que te vas a encontrar en este disco desde 1986, por lo que cumplen con las expectativas, aunque a mí no me terminan de convencer.
Por fin dejamos los sonidos clásicos, gracias a los canadienses Ex Deo. Lo que nació como un proyecto en solitario del cantante de Kataklysm al final se ha convertido en "Kataklysm con un bajista". Sin embargo, Ex Deo son mucho más interesantes que el grupo principal, gracias a su death metal sinfónico. Apasionados de la Antigua Roma (lo típico en Canadá), en el EP Year of the Four Emperors encontramos cuatro temas en los que se dan la mano una sección rítmica potente y las orquestaciones de Ardek de Carach Angren, elemento fundamental del sonido de Ex Deo. El EP te deja satisfecho y con ganas de desempolvar el manual de Derecho Romano.
Cerramos la semana, en lo musical al menos, con lo último de Master Boot Record. Quienes fueran un descubrimiento hace un par de años tienen nuevo disco: Hardwarez se llama esta entrega, en la que continúa esa especie de metal industrial con toques de música de videojuego retro. Lo curioso del proyecto es que todos los instrumentos están sintetizados, pero de tal manera que apenas se nota en el resultado final. Ahora bien, lo que hace dos años era novedoso termina siendo un tanto repetitivo: los temas parecen descartes de su anterior álbum, lo que le quita un poco de brillantez al resultado final. No obstante, sigue siendo entretenido, aunque sin ese factor sorpresa son algo más montoneros.

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