Juegos de mesa: Terraforming Mars

Aquí va el descubrimiento del año. Un amigo me lo había recomendado fervientemente, afirmando que es su juego de mesa favorito, y creo que no puedo más que darle la razón.

El juego parte de la siguiente premisa: hay que colonizar el planeta Marte y proceder a su terraformación. Para ello, cada jugador asumirá el papel de una corporación, encargada de llevar a cabo dicha terraformación. Cada corporación tiene unas características concretas, de manera que se establecen sutiles diferencias entre ellas (aunque no son determinantes a la hora de ganar la partida).

A partir de aquí, la mecánica del juego es bastante sencilla. Con el dinero que ingresa nuestra corporación en cada turno (más el que corresponda por los puntos de victoria acumulados), cada turno compraremos las cartas que nos queramos quedar para luego pagar su valor a la hora de jugarlas. Con ellas iremos acumulando recursos (acero, titanio) con los que pagar algunas cartas, hojas (que podremos convertir en bosques, incrementando el nivel de oxígeno) y energía (que convertiremos en calor, para aumentar la temperatura). Además, podremos construir ciudades y crear océanos, que nos irán dando puntos de victoria.

Así se irán sucediendo las rondas hasta que alcancemos el nivel máximo de oxígeno, de temperatura y hayamos colocado todas las fichas de océano. En ese momento la partida termina, se hace el recuento de los puntos de victoria que correspondan por las ciudades, bosques e hitos y recompensas, y se declara el ganador.

Chúpate esa, Elon

Como veis es un juego sencillo, fácil de comprender, pero lleno de posibilidades. Además, aunque vayas a perder la partida de paliza no habrá turno en el que no puedas jugar una carta y llevar a cabo alguna acción, por lo que nunca te quedas parado, haciéndolo muy inmersivo. Eso sí, es recomendable jugar con la expansión Preludio, que ahorra los 3-4 primeros turnos en los que apenas se pueden hacer jugadas ya que no hay recursos suficientes para ello.

Terraforming Mars ha sido todo un descubrimiento. Una gozada de juego, lleno de posibilidades, complementado además por múltiples expansiones.